Para las empresas internacionales y los extranjeros no residentes, mantener abierta una cuenta se hace difícil, debido a los estándares impuestos por el Common Reporting Standars (CRS), Leyes y Regulaciones cada día más estrictas. A diferencia de Hong Kong y Singapur, en Georgia son menos los requisitos y obstáculos que superar.
Georgia no es un paraíso fiscal, ni un centro financiero extraterritorial, no ha estado involucrado en casos bancarios que opaquen sus operaciones, como por ejemplo lavado de dinero.
Esta entidad inicia su fama como banca intermedia sólida y en especial para cuentas remotas con facilidad de aperturas para no residentes, y que no presenta problemas como el resto de los países centro de banca offshore.