10 Jul El oro regresa a casa: países repatrian reservas en busca de refugio ante tensiones geopolíticas y alta inflación
En un escenario marcado por las sanciones impuestas por Occidente a Rusia, un número creciente de países ha optado por repatriar sus reservas de oro como medida de protección. Una encuesta realizada por Invesco sobre bancos centrales y fondos soberanos reveló que más del 85% de los 85 fondos soberanos y 57 bancos centrales participantes consideraron que la inflación será más alta en la próxima década que en la anterior.
La caída del mercado financiero ocurrido el año pasado ha provocado pérdidas generalizadas para los administradores de fondos soberanos, quienes se encuentran reevaluando de manera fundamental sus estrategias. Ante el persistente aumento de la inflación y las tensiones geopolíticas, el oro y los bonos de mercados emergentes se presentan como opciones atractivas.
Sin embargo, la congelación impuesta por Occidente a casi la mitad de las reservas de divisas y oro de Rusia, valoradas en 640.000 millones de dólares, ha generado un cambio significativo en esta tendencia. Según la encuesta de Invesco, una «parte sustancial» de los bancos centrales se muestra preocupada por el precedente que se está sentando. En respuesta a esta situación, el 68% de los encuestados ahora mantiene reservas en su país de origen en comparación con el 50% en 2020.
Rod Ringrow, jefe de gobernanza gubernamental de Invesco, dijo que la opinión generalizada en este sentido es que, si el oro les pertenece, desean tenerlo en su propio país como un activo de refugio seguro. Esta tendencia ha sido evidente durante el último año.
Además, las preocupaciones geopolíticas y las oportunidades en los mercados emergentes están alentando a algunos bancos centrales a diversificar sus reservas y reducir su dependencia del dólar estadounidense. Aunque la mayoría todavía no ve una alternativa viable al dólar como moneda de reserva mundial, un 7% creciente considera que el aumento de la deuda estadounidense es un factor negativo para la divisa. El porcentaje de encuestados que ven al yuan chino como un competidor potencial ha disminuido al 18% desde el 29% del año pasado.
La encuesta reveló que casi el 80% de las 142 instituciones encuestadas considerando que las tensiones geopolíticas representan el mayor riesgo para la próxima década, mientras que el 83% cita la inflación como una preocupación para los próximos 12 meses. En este contexto, la infraestructura se considera actualmente la clase de activo más atractiva, especialmente los proyectos relacionados con la generación de energía renovable.
La preocupación por China ha convertido a India en uno de los países más atractivos para las inversiones por segundo año consecutivo. Además, la tendencia del «near-shoring», que implica construir plantas más cerca de los lugares de venta de los productos, está respaldando a países como México, Indonesia y Brasil. Por otro lado, Gran Bretaña e Italia se consideran menos atractivos. El aumento de las tasas de interés, junto con los cambios en los hábitos laborales y las compras en línea que han arraigado durante la pandemia de Covid-19, han llevado a que el sector inmobiliario sea ahora el principal activo privado menos atractivo.
Según Rod Ringrow, los fondos de inversión que obtuvieron un mejor rendimiento el año pasado fueron aquellos que reconocieron los riesgos asociados con el aumento de los precios de los activos y estaban dispuestos a realizar cambios sustanciales en sus carteras. Este enfoque se mantendrá en el futuro, ya que los fondos y los bancos centrales buscan hacer frente a la creciente inflación. Sin duda, se trata de un gran cambio en la estrategia de inversión.
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