28 Mar ¿Es Credit Suisse cómplice de criminales y corruptos?
Parece que se repite la historia del Panamá Papers en el 2016, donde una investigación reveló cómo personalidades de todo el mundo habrían escondido dinero a través del bufete panameño Mossack Fonseca. Pero esta vez algo parecido está sucediendo en el territorio suizo.
Uno de los bancos privados suizos más grandes y reconocidos del mundo se ha visto involucrado con diversos hechos delictivos, al conocerse que esta entidad ha albergado por décadas la riqueza de unos 30.000 clientes en todo el mundo por un valor de más de 100.000 millones de francos suizos (unos 110.000 millones de dólares).
Esta información indica que el banco Credit Suisse, ha ocultado dinero de clientes involucrados en tortura, tráfico de drogas, lavado de dinero, corrupción y otros delitos graves.
A pesar de las promesas por parte de Credit Suisse de eliminar clientes con dinero de dudosa procedencia, la filtración de datos demuestra todo lo contrario. Según una investigación periodística denominada «Suisse Secrets», publicada en días pasados por prestigiosos medios de comunicación, muestra que el banco permitió que las personas abrieran cuentas incluso después de haber sido condenadas por delitos graves y no indagaron ni preguntaron sobre el origen de la fortuna.
¿Quiénes fueron los políticos corruptos y delincuentes nombrados?
Dentro de estos criminales se encuentran, numerosos políticos acusados de corrupción en varios países, desde Egipto hasta Ucrania, un traficante de personas en Filipinas, un jefe de la bolsa de valores de Hong Kong encarcelado por soborno, un multimillonario que ordenó el asesinato de su novia, la estrella del pop libanés, entre otros.
El primer ministro de Ucrania entre 1997 y 1998, Pavlo Lazarenko, es uno de los primeros nombres de la lista, que un mes después de renunciar a su cargo, abrió dos cuentas en Credit Suisse con casi $8.6 millones. Sin embargo, la suma que robó de su país en total fue de $200 millones, y fue condenado por blanqueo de capitales en el 2000, en Suiza, y luego condenado a nueve años de prisión en Estados Unidos, en 2006.
El nombre del dictador filipino Ferdinand Marcos, y su esposa Imelda Marcos, está también en la lista, quienes se estima que robaron $10,000 millones durante los tres mandatos que estuvo Marcos al frente del país, hasta 1986, los mismos utilizaban los nombres falsos de William Saunders y Jane Ryan. En 1995 un tribunal suizo ordenó devolver $500 millones a Filipinas.
También tenían cuenta en Credit Suisse, Alaa y Gamal Mubarak, hijos del ex dictador egipcio Hosni Mubarak. Abrieron la primera cuenta en 1993 y en 2010, un año antes de la caída de su padre durante la Primavera Árabe, una cuenta de Alaa tenía $51 millones.
Hasta el vaticano se ha visto involucrado en este escándalo, que incluye una inversión presuntamente fraudulenta, en la cual se utilizaron 350 millones de euros (unos 350 millones de dólares) para comprar una propiedad en Londres que está en el centro de un juicio penal en curso de varios acusados, incluido un cardenal.
Los datos filtrados son enormes, y fue denunciado de forma anónima al periódico alemán Süddeutsche Zeitung. “Creo que las leyes suizas de secreto bancario son inmorales, el pretexto de proteger la privacidad financiera es simplemente una hoja de parra que cubre el papel vergonzoso de los bancos suizos como colaboradores de los evasores de impuestos”. dijo la fuente del denunciante en un comunicado.
Por su parte, Credit Suisse se defiende ante estas acusaciones, manifestando a través de un comunicado que las estrictas leyes de secreto bancario de Suiza le impiden hacer comentarios sobre reclamos relacionados con clientes individuales, y que las acusaciones en algunos casos se remontan a una época en la que «las leyes, prácticas y expectativas de las instituciones financieras eran muy diferentes de lo que son ahora», ya que algunas cuentas en los datos estaban abiertas desde la década de 1940, más de dos tercios se abrieron desde 2000, otras hasta bien entrada la última década, y una parte permanece abierta en la actualidad.
Luego de esta divulgación de datos, es probable que se intensifiquen el escrutinio legal y político de la industria bancaria suiza y, en particular, de Credit Suisse. El banco ya se está recuperando de los despidos abruptos de sus dos principales ejecutivos.
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