07 Sep Los pasos de Truss podrían ser cruciales para el futuro de la economía inglesa

La nueva primera ministra de Reino Unido afronta a una serie de retos económicos. Se aproxima una recesión, ya que hay una grave crisis del costo de vida en país y la relación entre la UE y el Reino Unido se perfila difícil.

En este sentido, Liz Truss tendrá que hacer frente a la potente tarea de revertir el rumbo de la economía de su país, golpeada por una inflación desenfrenada, un crecimiento débil y las continuas consecuencias del “Brexit”. No obstante, este año se prevé una inflación del 13% en Gran Bretaña, que podría llegar a un 20% en 2023 si los precios de la energía no disminuyen.

¿Impuestos o ayuda?

Dicha crisis dominó la campaña por el liderazgo entre Truss y el exministro británico de economía, Rishi Sunak. Truss, se presentó como alguien que preferiría disminuir impuestos en lugar de otorgar ayudas a los ciudadanos.

Si bien, sus planes de reducción de impuestos, los cuales costarían al gobierno más de 30.000 millones de libras esterlinas, incluyen una propuesta para reducir los gravámenes ecológicos en las facturas de energía, mismos que están diseñados para financiar proyectos de energía renovable.

Por otro lado, también plantea la eliminación de un aumento planificado en el impuesto a grandes empresas y reinvertir otros aumentos de impuestos planificados, incluido uno sobre la nómina salarial.

Enfoques poco creyente

Truss ha cuestionado fuertemente las políticas de las principales entidades financieras del Reino Unido, como el Tesoro y el Banco de Inglaterra. Sostiene que “asumirá” la ortodoxia, aunque ha restado importancia a los informes sobre que buscará dividir el Tesoro en dos departamentos separados, uno de finanzas públicas y otro más específicamente a la economía.

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