Los últimos años se ha visto un gran interés, por parte de los diferentes bancos centrales del mundo por desarrollar sus propias monedas digitales. Unos 114 países actualmente trabajan en ello. Aparentemente con el fin de competir en el ecosistema de Bitcoin.
Según datos publicados recientemente por el grupo de análisis económico Atlantic Council, en el 2020, solo 35 Estados tomaban en cuenta el tema de las CBDC, pero ahora son 114 las jurisdicciones que trabajan en ellas,
Hasta los momentos son 60 países los que se encuentran en una fase avanzada de exploración sobre sus CBDC, según el equipo de investigadores estadounidense, y en 2022 fue el año donde hubo más países que decidieron sumarse a la creación de sus stablecoin bancarias.
El 10% de la población de la República Popular de China, prueba el yuan digital, cuyo lanzamiento oficial aún no está pautado. Mientras que Ecuador y Senegal archivaron sus proyectos de CBDC. Por otro lado, en 11 países las CBDC ya están en uso entre ellos se encuentran Jamaica, que tiene como objetivo desincentivar el uso de bitcoin con su Jamaica Digital Exchange.
Por su parte, los países del G20, que está integrado por los miembros del G7 más la Unión Europea, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica, Rusia y Turquía han obtenido grandes avances significativos y han invertido nuevos recursos en sus proyectos de CBDC en los últimos meses.
De igual forma, se espera que en este año más de 20 países tomen medidas importantes hacia la prueba piloto de sus monedas digitales de banco central. Los analistas de Atlantic Council creen que las monedas digitales de los bancos centrales están en carrera para definir el futuro del dinero.
Por otro lado, el economista español Marc Vidal, considera que la proliferación de las CBDC podría llevar a bitcoin a otro nivel de adopción debido a sus reconocidas ventajas sobre el dinero emitido por los bancos centrales, cuya versión digital se seguirá usando de una manera limitada, dictado por las fronteras terrestres.
El bitcoin es transnacional, no depende de un ente o institución central. Mientras que las monedas digitales de los bancos, al ser dinero programado por el Estado, podrían expirar rápidamente, obligando a los usuarios a gastarlo en el menor tiempo posible, antes de que desaparezca. A su vez, el analista también advierte que las CBDC, pueden permitir con mayor facilidad que más datos privados de los usuarios queden en control de terceros.
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