28 Abr FMI pronostica un panorama económico sombrío para LATAM

Los escenarios que se han presentado en el mundo como la pandemia COVID 19, luego la guerra en Ucrania ha ocasionado que se produzcan cambios importantes en la economía de todos los países del mundo, pero especialmente en Latinoamérica la inflación se ha hecho sentir.

Cabe destacar que a finales del 2020 la economía se estaba recuperando de la pandemia, sin embargo, esto duró poco. Desde la semana pasada las organizaciones multilaterales han manifestado preocupación por la posibilidad de que el crecimiento económico podría desacelerarse. A medida que avanza la guerra en Ucrania la inflación golpea los bolsillos de los consumidores. América Latina ahora enfrenta riesgos “extremadamente altos», advirtió hace poco el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El organismo señaló que los gobiernos de la región se enfrentan a un escenario de descontento social debido al aumento de la inflación y la reducción del espacio fiscal.  Según un análisis realizado por Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, la tasa de crecimiento antes de la pandemia está volviendo y se estima que sea de 2,5 este año.

El FMI pronostica que Brasil crecerá un 0,8% este año, muy por debajo del 4,6% registrado el año pasado, mientras que México crecerá solo un 2% desde el 4,8 % en 2021, según un informe publicado el año pasado en el Mundo Perspectivas Económicas (WEO). Si bien hay casos como Colombia donde se espera que el crecimiento sea menor que en otros lugares, las tendencias regionales también se verán influenciadas por el desempeño relativo promedio de economías como Chile (1,5%) y Perú (3,0%) que registraron el año pasado tasas de doble dígito.

En este contexto de desaceleración del crecimiento, el análisis del FMI advirtió sobre al menos cinco amenazas que enfrenta la región. Una de ellas es la guerra en Ucrania, que ha elevado los precios de las materias primas a niveles que no se habían visto en años, eso podría beneficiar a los países exportadores, pero genera problemas para la inflación y para los importadores netos de bienes.

Riesgo de endurecimiento de la política monetaria de EE. UU

El análisis de Goldfajn también advierte sobre el endurecimiento de la política monetaria de EE. UU, lo que adoptará una postura más restringida sobre la inflación y afectará las condiciones financieras internacionales.

La semana pasada, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió durante las discusiones en las reuniones del FMI que es posible que se discuta un aumento de la tasa de interés de 50 puntos en la próxima reunión del banco central, y asegura que el banco está «realmente comprometido» con su objetivo de alto control de la inflación durante cuatro décadas.

“El aumento de los costos de financiamiento a escala mundial e interna puede acelerar la salida de capitales y plantear un reto para la región, dadas las grandes necesidades de financiamiento público y externo en algunos países, y los limitados recursos para financiar inversiones en la región”, dijo el análisis del FMI.

La desaceleración de China también afecta la economía de LATAM

América Latina también tendrá que lidiar con una desaceleración del crecimiento de China, siendo este uno de sus principales socios, lo que podría impactar el comercio. El país asiático actualmente está siendo afectado por nuevos brotes de Covid-19, por lo que el gobierno ha implementado nuevamente estricta cuarentena, lo que ha afectado a todas las industrias “Los recientes cierres en centros manufactureros y comerciales clave, como Shenzhen y Shanghái, probablemente agravarán las interrupciones del suministro en otros lugares de la región y más allá”, advirtió el FMI en su WEO la semana pasada.

Ante este panorama, los países de América Latina también enfrentan una creciente pobreza y desigualdad causada por el Covid-19. Los investigadores dijeron que para garantizar la cohesión social y reducir el riesgo de estrés social, los gobiernos deben brindar apoyo específico y temporal a los hogares vulnerables y de bajos ingresos, al tiempo que permiten que los precios internos coincidan con los precios internacionales. Consideran que esto puede ayudar a los grupos más vulnerables a estimular la producción y aumentar el acceso a las redes de seguridad social en los países desarrollados.

Sin embargo, al entregar estas ayudas se debe garantizar que no se vea afectada la sostenibilidad de las finanzas públicas. Según Goldfajn, alrededor del 40% de los países de la región han adoptado nuevas medidas para combatir la inflación. Estos incluyen recortes de impuestos y aranceles de importación, topes de precios o transferencias sociales, y han representado un gasto presupuestario promedio estimado de 0,3% del PIB este año. El FMI considera que todas las medidas deben usarse con precaución ya que los gobiernos enfrentan riesgos «extremadamente altos» de una recuperación global.

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