El acuerdo fiscal internacional alcanzado en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE, con el objetivo de aplicar un gravamen global del 15% sobre los beneficios de las multinacionales, no obtuvo la aprobación debido al bloqueo realizado por Polonia. Esta propuesta que ya contaba con el apoyo de 26 Estados miembros, en esta oportunidad fue nuevamente Polonia quien freno la iniciativa. En esta segunda ocasión de discusión no hubo acuerdo, y por tratarse de un asunto fiscal requiere de una aprobación unánime entre los Estados que conforman la UE.
Una de las razones que presento Polonia para justificar su postura se basa en el que la aplicación del tipo mínimo no va de la mano de las tasas para que los gigantes digitales paguen allí donde obtienen sus beneficios y no donde les resulta más ventajoso, explicó la secretaria de Estado de Economía, Magdalena Rzeczkowska.
Por su parte el ministro de Finanzas francés y presidente temporal del Ecofin, Bruno Le Maire, señaló que «se han tenido en cuenta todas las críticas planteadas por Polonia» en la reforma, que plantea vincular la fiscalidad mínima a la fiscalidad para que los gigantes digitales paguen impuestos donde tengan actividad, a través de una declaración conjunta que especificaba que ambas tasas «deberán ponerse en práctica lo antes posible».
Los cambios incorporados al texto de compromiso por la presidencia francesa, que incluyen el aplazamiento de la entrada en vigor de la norma hasta finales de 2023, sí sirvieron para que Estonia, Suecia y Malta retirasen su oposición inicial.
Recordemos que el acuerdo, alcanzado en julio por casi 140 países de todo el mundo, trata de evitar que las empresas de gran tamaño, en su mayoría tecnológicas, establezcan su sede fiscal en países de baja tributación a pesar de obtener el grueso de sus ganancias en otras geografías. Exactamente el modelo que muchos de estos gigantes habían seguido en algunas jurisdicciones miembros de la UE.
Una vez conseguido el voto a favor por parte de Irlanda a mediados del 2021, faltaba Estonia país que ha visto en los últimos años la incursión de un buen número de empresas especializadas en el área digital a esta jurisdicción por sus ventajas fiscales, y en segundo lugar Hungría que dice ser el país con el impuesto más bajo de todo el bloque europeo.
Las multinacionales más afectadas serán las que operan en los sectores de internet, marketing directo y hardware, y desde un punto de vista territorial, los grupos más expuestos serán los ubicados en EE UU, las Islas Caimán, Canadá, Bermudas, Taiwán y Japón.
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